La mayor aportación de los griegos al derecho abarca tres
temas principales: su discusión filosófica-jurídica en torno al concepto de
justicia; su experimentación sobre sistemas constitucionales en las
ciudades-Estado, y su paso a través del tiempo de regímenes aristocráticos u
oligárquicos a democráticos.
Se ha dicho, y con razón, que nuestra cultura occidental es
el resultado de tres corrientes nucleares, fundamentales y definitorias de
pensamiento y acción: la reflexión filosófica y política de los griegos, la
actividad civilizadora de los romanos a partir de la conquista de Europa y el
impacto dejado en él por la religión judeo-cristiana. Pero, ¿quiénes eran los
griegos? Y ¿cuál su aportación a nuestra civilización? Como todos sabemos, el
lugar geográfico que habitaron los griegos fue y es la península más oriental
de Europa sobre el mar mediterráneo, lo que determinó que, en su mayoría,
fueran pueblos marítimos y comerciantes y que tuvieran una visión del mundo que
los distinguió de los demás pueblos de la antigüedad, tanto que, a partir del
Renacimiento en los siglos XIV y XV, y como resultado del descubrimiento y
estudio de los poemas homéricos en el siglo XVIII, su pasado, compuesto por
mitos, leyendas y reflexiones filosóficas se ha convertido en digno de
exaltación, gracias a las enseñanzas y la obra, entre otros, de los tres
grandes filósofos clásicos que han pasado a la posteridad: Sócrates, Platón y
Aristóteles.
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